Buen gobierno y crecimiento inclusivo para mejores políticas públicas más cercanas a la ciudadanía – Paqui Santonja

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es un foro único en donde los gobiernos de 35 economías democráticas trabajan conjuntamente para enfrentar los desafíos económicos y sociales de la globalización y al mismo tiempo aprovechar sus oportunidades.

La organización proporciona un espacio donde los gobiernos pueden intercambiar sus experiencias políticas, buscar respuestas a problemas comunes, identificar buenas prácticas y coordinar políticas locales e internacionales. Es un foro donde la presión que ejercen entre sí los países miembros, puede actuar como un incentivo poderoso para mejorar las políticas e implementar “leyes flexibles” – instrumentos no obligatorios como los principios de gobernabilidad corporativa de la OCDE – y puede en ocasiones conducir a acuerdos formales o negociaciones.

La OCDE es el mayor productor mundial de publicaciones en ámbitos como la economía, asuntos sociales, medio ambiente así como la gobernanza pública con más de 250 títulos por año, más documentos de trabajo y otros productos.

En materia de Gobernanza Pública, la OCDE se centra en ayudar a los gobiernos a diseñar e implementar políticas públicas estratégicas, innovadoras y basadas en datos contrastables para fortalecer la gobernanza pública; responder eficazmente a los diversos desafíos económicos, sociales y ambientales; y cumplir con los compromisos adquiridos con sus ciudadanos.

La gobernanza pública es un elemento fundamental para el buen funcionamiento de las instituciones públicas. La OCDE, a través de la publicación Panorama de las Administraciones Públicas (Government at a Glance) proporciona datos cuantitativos y cualitativos claves que pueden permitir la toma de decisiones basadas en los hechos, así como ayudar a los gobiernos a planificar el futuro. Permite de este modo la comparación de las actividades, de las prácticas y del rendimiento de las Administraciones Públicas en una serie de aspectos críticos y pone de relie­ve las áreas que requieren un examen más detenido.

Así, la crisis de 2008 puso de manifiesto la necesidad de reforzar los mecanismos de rendición de cuentas, transparencia y participación ciudadana. De hecho, uno de los fenómenos destacados fue el bajo índice de confianza de los ciudadanos en sus Gobiernos en esa época. Dichos índices, según el Panorama de las Administraciones Públicas se ha recuperado y se encuentra en cifras parecidas a antes de la crisis. La falta de confianza de la ciudadanía proviene también de algunos “fracasos” centrados esencialmente en la falta de consulta y de elaboración de los consensos necesarios con los sectores clave en el diseño e implementación de políticas públicas. A ello se añade también, una aplicación a veces no equitativa de dichas políticas y sobre todo la falta de seguimiento en la implementación que permitiría corregir en caso de necesidad y de evaluación de los resultados de las mismas.

Como respuesta a dicha crisis, muchos países llevaron a cabo importantes reformas fiscales y administrativas. A pesar de las reformas, el empleo del sector público sigue siendo relativamente estable como una parte de la fuerza laboral. En la mayoría de los países de la OCDE, los gobiernos centrales han utilizado de manera generalizada las reformas al empleo y a las remuneraciones para reducir el gasto. Pese a las reformas, el tamaño del empleo del sector público (no limitado al gobierno central) como una parte de la fuerza laboral sigue siendo relativamente estable, apenas por encima del 19% en 2013.

Los esfuerzos en materia  de integridad pública y lucha contra la corrupción se han incrementado  pero aún persisten vacíos importantes. Así, los países de la OCDE cada vez prestan más atención a los conflictos de interés aunque a diferencia del empleo posterior al servicio público, el empleo anterior al servicio público no está reglamentado en su mayoría. Desde 2009, ha habido un aumento considerable en la aprobación de leyes de protección de denunciantes. Sin embargo, en la práctica la protección eficaz sigue siendo un desafío.

El Centro de Gobierno constituye el eje central de la dirección política y estratégica de todo gobierno. De hecho, ha pasado de dedicarse exclusivamente al liderazgo político a ir ampliando sus competencias en materia de coordinación interministerial, comunicación y portavocía del gobierno y coordinación de programas transversales y/o horizontales.

Dw hecho, los Estudios sobre Gobernanza Pública analizan siempre el papel que desempeña el Centro de Gobierno en un contexto determinado y así ofrecer una  perspectiva de 360 grados sobre el desempeño de un gobierno y sobre dónde se requieren mejoras, con el fin de fortalecer el potencial de un país para lograr un crecimiento sostenible y mejorar el bienestar de los ciudadanos. Estos estudios abordan también cuestiones clave de la gobernanza (como la gestión de recursos humanos o GRH) en mayor profundidad, según las necesidades, así como sectores o políticas específicas y sus marcos de gobernanza (por ejemplo, la política de bienestar social).

El Gobierno abierto se consolida como parte de la cultura administrativa que permite promover la transparencia, la rendición de cuentas y una mayor interacción con la ciudadanía. La información gubernamental abierta empodera una nueva generación de ciudadanos, empresas y servidores públicos para crear valor socioeconómico y puede aumentar la transparencia del gobierno.

Paqui Santonja
Analista de políticas públicas. Dirección de Gobernanza Pública y Desarrollo Territorial. OCDE

 

Referencias

  • Government at a Glance

http://www.oecd.org/governance/govataglance.htm

  • Public Governance Reviews

http://www.oecd.org/gov/publicgovernancereviews.htm

Open Government. The Global Context and the Way Forward ( 8 dic 2016) http://www.oecd.org/governance/global-forum-on-public-governance/open-government-9789264268104-en.htm

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